miércoles, 26 de agosto de 2015

LA ENVIDIA

LA ENVIDIA Nerio Ramírez Almarza @nerioram Siempre he tratado de no pensar mucho en la envidia, a veces creo que es producto de la ignorancia del ser humano, o marketing de los brujos para incautar clientes; sin embargo, cuando veo como de la nada se nos caen los proyectos, metas, sueños, etc.; se genera en mi mente una interrogante: será posible que la fuerza mental o el deseo enfermizo de otra persona pueda derribar todo eso como por arte de magia... me cuesta creerlo , pero he aquí mi humilde apreciación: La envidia es considerada un pecado (No codiciaras...); se considera despreciable, es mirar con mala voluntad a otra persona, es sentir una amargura, una inconformidad, un disgusto, un pesar por los bienes y prosperidad del otro. La envidia crece según la cantidad de posesiones que tiene el otro; nadie escapa de ese sentimiento, está presente en todas las esferas sociales. Y la persona que no se esfuerza por dejar de ser envidioso, nunca apreciará lo que tiene, ni disfrutará lo que posee, y es la raíz de toda codicia. El envidioso se ciega, es infiel, no es feliz. Y cuando la persona envidia al que ha obtenido su "prosperidad" por medio del robo, muerte, o cualquier otra iniquidad, su conciencia se enferma y su corazón se carcome en maldad, a su vez, su dignidad de hijo de Dios se empequeñece y su alma se estrecha hasta tal punto que pierde la habilidad, la capacidad y la disposición de logar sus metas o sueños, solo espera que al otro le vaya mal para él sentir algún tóxico regocijo. Que Dios nos ampare de este tipo de sentimientos y lo glorifiquemos por todo lo poco o mucho que nos da.... No envidies mi progreso, sino conoces mi sacrificio.